¿Quién es Casandra y por qué grita?

En la mitología griega Casandra fue hija de los reyes de Troya y sacerdotisa del templo de Apolo con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación, la sacerdotisa rechazó el amor del dios. Éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: Casandra seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos.

Tiempo después, Casandra previó la caída de Troya y todo por lo que luchaba, pero le fue imposible prevenirlo: tal era la maldición de Apolo. Pese a su anuncio repetido e insistente de la inminente desgracia porvenir, ningún ciudadano ni sus propios padres dieron crédito a sus vaticinios.

domingo, 20 de enero de 2013

"O pagan, o se van"


A los ojos del mundo, México es un país en donde la efectiva garantía del pleno goce de todos nuestros  derechos humanos son una vacilada, un chiste, un comentario botana en las reuniones de intelectuales, políticos y empresarios (basta ver los reportes hecho por la red de protección de derechos humanos LIBERA). La maquinaria electoral y burocrática de este país está aceitada con petróleo y sangre. Ni la sociedad quiere saber de los políticos y los políticos sólo quieren saber de la sociedad cada 3 o 6 años cuando hay elecciones. ¿Por qué? Una posible respuesta nos la ofrece el estado de las finanzas públicas.

“No representation without taxation”.

Un informe producido conjuntamente por la OCDE, Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicado el pasado noviembre titulado “Estadísticas del Ingreso en América Latina” revela que en México la recaudación fiscal con relación al Producto Interno Bruto es del 18.8% siendo ésta la menor de toda la Organización e incluso menor al promedio de los países de América Latina. Lo que es todavía peor es que si se excluyen los impuestos al sector petrolero la proporción baja a sólo el 13.9% del PIB. 

FUENTE: http://www.oecd.org/centrodemexico/medios/americalatinalosingresostributariosestanaumentandoperosiguensiendobajosyvarianentrelospaises.htm

Estos datos quieren decir que de todo el PIB (es decir, de toda la riqueza que se genera en México) por cada 100 pesos generados el gobierno únicamente logra captar 14 pesos para la administración pública. Esto revela que el Estado mexicano no ha logrado establecer de manera sólida y generalizada el vínculo más fundamental para un régimen federal: el cobro de impuestos. 

Existen entidades federativas de la República en los que la recaudación fiscal es  minúscula, por lo que la administración pública estatal está casi financiada por recursos federales exclusivamente. Por ejemplo, en Guerrero y Oaxaca, con 10 impuestos locales estos estados no superan el 3.5% de sus recursos netos por recaudación. En el otro extremo, el Distrito Federal, con apenas 6 impuestos recauda el 40% de sus recursos netos. Una posible explicación –de entre tantas que puede haber- para abrir luz sobre el por qué la sociedad capitalina está tan altamente politizada es porque ésta paga impuestos. 

FUENTE: http://eleconomista.com.mx/finanzas-publicas/2012/05/01/son-muchos-impuestos-poca-recaudacion

La situación no va  cambiar de la noche a la mañana. Por esto me refiero a que la apatía o desinterés de varias sociedades en nuestro país no va a cambiar de repente y de manera inmediata si el Estado mexicano articulara una política rigurosa y estricta de cobre de impuestos. En Europa se discute la implementación de la tasa Tobin (el llamado “impuesto Robin Hood”) que se aplica a las transferencias financieras. En México se discute (o se discutirá, ya verán) la posibilidad de establecer el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de manera generalizada a alimentos y medicinas. No basta establecer impuestos que reduzcan la evasión fiscal. Hace falta que el efectivo pago y cobro de impuestos se traduzca necesariamente en más y mejores servicios públicos (salud, educación, drenaje, etc). Lo que hoy vemos es que el dinero público es gastado para el exclusivo goce de privados. Si no, pregúntenle al último titular de Pronósticos Deportivos, Joaquín Villalobos López y a sus 46 amigos que fueron el año pasado a ver el Superbowl con boletos VIP.

Pagar impuestos es un medio. El fin de este dinero debería ser la consolidación de una sociedad más libre, más justa y sobre todo, más próspera. Este no es un problema de “cultura” mexicana, sino uno de opacidad, desinterés y mucho, pero mucho, cinismo.

1 comentario:

  1. Falso, el DF es una ciudad subsidiada desde el agua, alumbrado publico, metro, etc.. Si bien aporta mas impuestos que los estados es porque ahi estan las oficinas administrativas de la mayoria de la empresas y bancos,la produccion la realizan en el resto de la republica. Es mas, todo el IVA de este pais, va al DF. Es por esta razón y no otra, que LA IZQUIERDA SIEMPRE TENDRA SU BASTION EN EL DF y no por su aporte intelectual.

    ResponderEliminar