¿Quién es Casandra y por qué grita?

En la mitología griega Casandra fue hija de los reyes de Troya y sacerdotisa del templo de Apolo con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación, la sacerdotisa rechazó el amor del dios. Éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: Casandra seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos.

Tiempo después, Casandra previó la caída de Troya y todo por lo que luchaba, pero le fue imposible prevenirlo: tal era la maldición de Apolo. Pese a su anuncio repetido e insistente de la inminente desgracia porvenir, ningún ciudadano ni sus propios padres dieron crédito a sus vaticinios.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Réplica a Leo Zuckermann


Foto tomada de aristeguinoticias.com

Pensando en voz alta:

Es increíble que en la agenda de discusión en los medios de comunicación hoy esté, preponderantemente, los huevos que fueron arrojados a Adela Micha en la recepción de su doctorado honoris causa en Veracruz. Lo digo con esta sorpresa porque nunca había visto tales muestras de solidaridad del gremio periodístico a un compañero. No la veo ni cuando éstos son asesinados. ¡Vaya!
Bueno, ahora sí, al tema…

En la columna de hoy el señor Leo Zuckerman http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=opinion&cat=146&id_nota=862256 escuchó lo que quiso escuchar.  De ninguna manera justifique que personas presuntamente relacionadas al YoSoy132 le lanzaran huevos a Adela Micha. Incluso, hice mención a que la Declaración de Principios del movimiento está claramente estipulada la naturaleza pacífica del mismo, entendida como el rechazo al uso de la violencia para alcanzar fines específicos.

El contexto, al que el señor Zuckerman le parece un argumento débil, es uno en el que necesariamente está involucrada la Universidad (entidad que ha perdido su orientación social en muchas partes del país), el gremio periodístico de Televisa (empresa que ahora está siendo vinculada con el trasiego de dinero y droga en Centroamérica) y la protesta pública (derecho consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). La triangulación de estos tres elementos me llevó a elaborar un diagnóstico del contexto en el que se revela lo siguiente – y decir esto no significa justificar nada, sólo hacer visible una interpretación diferente de lo sucedido-: existe un rechazo palpable por parte de un grupo de la sociedad veracruzana a la entrega de un doctorado honoris causa (máxima distinción al mérito) por parte de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz a una persona que, a su parecer, no lo merece. Esto no es justificar. De hecho, claramente lo dije: el uso de la violencia no se justifica dentro del #YoSoy132. Sin embargo, la realidad es que pasó. Por lo tanto, el análisis de lo sucedido no puede ser uno que descarté de entrada al evento simplemente porque es violento. Este si es un argumento débil, reducido y escueto. El trabajo periodístico requiere de rigor tanto en la investigación como en la presentación de las notas. Aquí existe un vació de ambos.

Es curioso ver cómo fue recibida Adela Micha en la presentación de su distinción. Lo digo porque este país resulta ser uno de los más peligrosos en el mundo para ejercer la profesión periodística. Uno esperaría la natural solidaridad por parte de la sociedad hacia quienes ejercen esta noble profesión. Sin embargo, no fue así. Otra vez, tomando este contexto –el cual, además, sí fue mencionado en la entrevista- es importante elevar preguntas como estas. Otro ejemplo. Recientemente Carmen Aristegui fue galardonada con la Legión de Honor y su ceremonia de premiación no tuvo ningún incidente del que yo esté enterado. Ambas periodistas. Ambas distinguidas con altos reconocimientos. Dos casos distintos. ¿Por qué? Considerar el contexto –que antecede y condiciona siempre al sujeto- permitirá ofrecer más y mejores respuestas al fenómeno de lo social.

Y digo, a manera de conclusión, que manera de retratar mi imposibilidad de asistir a su programa. Claramente le mencioné a su coordinadora de invitados que esta semana tenía 2 exámenes (Estadística II y Teoría Política Contemporánea) de vital importancia y que, siendo yo estudiante, esta era la causa a la que más estoy comprometido. Si no, mira Leo, hasta lo dije en Milenio al día siguiente:

Caramba, qué cosas. Con gusto, como le comenté en su momento a su coordinadora, le acepto la invitación para la semana que entra. Digo, si quiere…

Me voy, entro a examen a las 10:00 am.