¿Quién es Casandra y por qué grita?
En la mitología griega Casandra fue hija de los reyes de Troya y sacerdotisa del templo de Apolo con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación, la sacerdotisa rechazó el amor del dios. Éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: Casandra seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos.
Tiempo después, Casandra previó la caída de Troya y todo por lo que luchaba, pero le fue imposible prevenirlo: tal era la maldición de Apolo. Pese a su anuncio repetido e insistente de la inminente desgracia porvenir, ningún ciudadano ni sus propios padres dieron crédito a sus vaticinios.
domingo, 15 de julio de 2012
Construyendo Paz.
Antes de empezar, debo hacer una aclaración muy importante. Las
siguientes líneas de ninguna manera expresan el punto de vista o sentir de todo
el movimiento #YoSoy132. Este escrito se hace apegándose al Diseño
Institucional del movimiento en el que se otorga plena autonomía y autodeterminación de gestión a las
Asambleas Locales siempre y cuando estas se apaguen a la Declaración de
Principios. Este escrito no viola ninguna de las dos.
¡México despertó! Esta es nuestro momento. ¿No lo
ven?
Más importante aún, ¿no lo sienten? Hombro con hombro,
mujeres y hombres caminan juntos por la misma
senda que muchas generaciones anteriores a la nuestra dejaron en la lucha y la
resistencia en la búsqueda de un mejor país. Hoy, ellos, los nuestros, dejan de estar solos y se
encuentran acompañados por una fuerza nueva e incontenible que se mantenía
oculta, al margen, fuera de foco. No era el momento. No era el lugar. (leáse “Posibilidades Mexicanas, por Sandra
Barba”, en http://www.antonioattolini.blogspot.mx/2012/05/posibilidades-mexicanas-por-sandra.html)
Nuestra Patria no estaba dormida, sino que
esperaba sigilosamente el tiempo y el lugar para demostrar toda la fuerza de su
espíritu. Es este mismo espíritu el que acompañó a los habitantes de esta
tierra en el florecimiento de civilizaciones dignas de posarse entre las más
gloriosas y fantásticas de toda la humanidad. Este espíritu que hoy nos
acompaña a todos en nuestra lucha. Es el “Abya Yala” o la Patria Grande de la que hablaban estos
mismos sabios, de antes de la Conquista.
El imaginario de estos pueblos originarios (llamándoles así en un intento por
descolonizar nuestro discurso) puede convertirse en un referente para la lucha
y la transformación. Este espíritu, largamente olvidado y marginado por no ser “científico”
o “serio”, es nuestra ventaja competitiva frente a los apátridas y los mafiosos de
cuello blanco que han tomado como rehén a nuestro País. Estos sinvergüenza
–los que cobran el “rescate” por nuestro País una y otra vez vendiendo las
esperanzas y aspiraciones de todo un pueblo a cambio de billetes y monedas-
tiemblan despavoridos ante la inmensidad de nuestra fuerza. Por eso las
descalificaciones a quienes amenazamos sus cotos de poder, por eso los embates hacia
quienes aspiran a ver que las cosas sean distintas. Esto revela que quienes
verdaderamente se sienten amenazados son ellos.
Debemos demostrarles qué ideales son los que buscamos hacer prevalecer.
Nuestra lucha tiene entonces táctica.
Es el “buen vivir” por el que propugnaban las culturas originarias la que
resultará ser nuestra estrategia. Me
explico.
El buen
vivir en el Abya Yala del que
hablaban los pueblos originarios se encuentra olvidado de nuestro imaginario, sin
embargo es importante traerlo a colación. Por encima del “Vivir Mejor” (léase
programa de asistencialismo social del calderonismo),
el “buen vivir” habla de una economía no en constante crecimiento sino
tendiente al equilibrio; se habla no de maximizar nuestras capacidades sino de
ponerlas en armonía y en sincronía con nuestro entorno físico y social. El “buen vivir” hoy está incluido dentro de
la normativa constitucional de países como Ecuador y Bolivia, los cuales
después de una profunda crisis política, emergieron de las cenizas de su viejo
régimen político para terminar alineándose pueblo y gobierno. Los dos, en
armonía, sin distinción, odio o segregación. Pues al final, todos son parte del mismo orden social que
los antecede y condiciona. En el momento en el que reconozcamos que México es
un caleidoscopio y no un homogéneo matiz de grises
Por primera vez en muchos años en este país
tenemos al alcance de nuestras manos la
posibilidad real de ponerle fin a los
abusos del poder y de construir una Paz –con su merecida mayúscula- a la imagen y semejanza del país que queramos
para nosotros y las generaciones venideras. Este aspecto de nuestra coyuntura
tendrá repercusiones trascendentales. En este país siempre hemos configurado
nuestra(s) lucha(s) y hemos puesto en marcha todo lo necesario para hacer
esta(s) lucha(s) digna de atención. Elevando costos políticos y ofreciendo
discursos coherentes con la tradición de lucha que lo genera. Sin embargo, lo que nunca hemos hecho es parar a
configurar la clase de Paz que queremos como objetivo final de esta lucha,
puesto que si no sabemos hacia dónde vamos, no importa el camino que elijamos, tal y como le contestaba el Gato a
Alicia. ¿Qué queremos? ¿Cómo lo lograremos?
Y como bien decía Gandhi: “No hay camino para la Paz, la Paz es el
camino”.
Ante esta invitación, considero indispensable retomar
la palabras de Pablo González Casanova en su texto enviado a la Convención
Nacional en Contra de la Imposición realizada en Atenco en donde estuvo
presente el movimiento #YoSoy132.
“Una organización de organizaciones articulada en redes de colectivos que se comuniquen personalmente. Y también en los espacios cibernéticos
de comunicación, información y organización que utilicen para fines políticos y
luchas sociales y para encauzar procesos de enseñanza-aprendizaje en los más
distintos campos.
Como la organización de organizaciones no se moverá con una sola ideología,
a más de contribuir a fortalecer la cultura del
diálogo y el debate
fraternal para la toma de decisiones, deberá dar prioridad a un
arma fundamental para el éxito: no hacer ninguna concesión de principio en que
se negocie con la democracia,
con la justicia, y el interés general de la Nación, de las
comunidades, de la ciudadanía, base de la unidad, el respeto y la confianza que
todos los compañeros se deben para ser realmente fuertes en su lucha.”
(Texto íntegro en http://convencionnacional2012.blogspot.mx/2012/07/mensaje-de-pablo-gonzalez-casanova-la.html?spref=tw)
Este texto es
reluciente en sí mismo y pertinente por las siguientes cuestiones:
1)
Será a través de la articulación en red de la
sociedad civil la que permitirá operatividad, diversificación y fuerza política
suficiente para que los hombres y mujeres de este país retomen lo que es suyo y
hagan que el gobierno trabaje para el “buen vivir” que mencionábamos antes.
2)
Será también gracias a la pluralidad de
ideologías o imaginarios lo que resulte ser un catalizador para el cambio más
que una obstrucción entre pares, puesto que la pluralidad es condición
necesaria para alcanzar una democracia.
3)
Será a través de la cultura del diálogo
(leáse el caso de El Salvador, las maras y la OEA publicado en el diario El
País, http://internacional.elpais.com/internacional/2012/07/13/actualidad/1342144200_552454.html)
y no la de la confrontación como
alcanzaremos nuestro objetivo. Como Gandhi hizo, debemos buscar expulsar no
sólo a los priístas, sino a cualquier corrupto ligado a la mafiocracia los cuales han, históricamente,
hecho gala de su afinidad por la
desaparición, el asesinato y el saqueo masivo. Una vez hecho eso, entonces
optar por lo que hizo Nelson Mandela en Sudáfrica y buscar la coexistencia de
unos con otros, priístas y no priístas. El así lo dijo: “Si
quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero.” Esa es la verdadera Paz a la que hay que aspirar y que en las
pasadas elecciones no estuvo presente ni si quiera por accidente. En el México demócrata, no hay espacio para apartheid de ningún tipo. Esto no
significa emitir el perdón a quienes han violado la ley. Todo lo contrario. Es
investigar y procesar con apego a derecho las faltas que estos personajes han
cometido en perjuicio del país. Este maxiproceso de justicia ya se lleva a cabo
en Brasil (léase http://www.eluniversal.com.mx/internacional/78871.html
) y en México puede y debe ser una realidad.
4)
Será la justicia (enfocada
hacia los principios mínimos indispensables que debe garantizar el Estado:
respeto irrestricto a los derechos de vida y propiedad de todos los mexicanos)
a las víctimas de esta insensata guerra (léase “Carta a Felipe Calderón”, en http://www.antonioattolini.blogspot.mx/2011/08/carta-felipe-calderon.html) , a los estudiantes criminalizados (léase “El caso de Ayotzinapa”,
en http://antonioattolini.blogspot.mx/2012/01/el-caso-de-ayotzinapa-ni-un-estudiante.html), a los excluidos del trabajo digno y bien remunerado, a los
migrantes y a sus familias a quienes se les deja en el desamparo y se les da un
trato denigrante, y a todos aquellos a
los que se les niega el acceso a la salud pública de calidad lo que funcionará
como faro en nuestro recorrido sinuoso. En concreto, será estando del lado de
la gente y de sus problemas, como podremos crear los lazos de unión y
fraternidad que tanto nos hacen falta para encaminar la transformación del
país.
Al país que se le ha dejado a su suerte en la pobreza y en la miseria.
Los costos se socializan y los beneficios se privatizan. Es hora de
pasar al pensamiento crítico y, sobre todo, creativo del proyecto político,
social, económico y cultural que queremos como País y olvidar la rutinaria
práctica de analizar al enemigo común. La democracia es disenso institucionalizado
(dixit Przeworski). Debemos trabajar para que el disenso entre los mexicanos se
dé en condiciones de igualdad y ejercida en un ambiente de libertad. De esta
manera, y sólo de esta manera, podremos todos vivir en armonía y pasar de las
descalificaciones (válidas) a la construcción de una nueva realidad
(necesaria). ¡Anden pues, a crear Patria! ¡La Patria mexicana: nuestra y de
nadie más! (léase “Creando Patria”, en http://www.antonioattolini.blogspot.mx/2012/07/creando-patria.html
)
Por una
sociedad más libre, más justa y más próspera.
sábado, 7 de julio de 2012
Creando Patria
Antes de empezar,
debo hacer una aclaración muy importante. Las siguientes líneas de ninguna
manera expresan el punto de vista o sentir de todo el movimiento #YoSoy132.
Este escrito se hace apegándose al Diseño Institucional del movimiento en el
que se otorga plena autonomía y
autodeterminación de gestión a las Asambleas Locales siempre y cuando estas se
apaguen a la Declaración de Principios. Este escrito no viola ninguna de las
dos.
Creando Patria.
El movimiento #YoSoy132 debe, –según
la Asamblea Local del ITAM en el sentido más amplio de recomendación- empezar
producir resultados concretos que impacten de manera directa en la vida y en el
bienestar de las personas. En la situación en la que se encuentra el movimiento
–distintas manifestaciones públicas que han confundido a la opinión pública
generando así embates mediáticos de un lado y de otro- existe una única respuesta
infalible para contrarrestar eso: crear
Patria.
Para la Asamblea Local del ITAM,
de la cual soy uno del grupo de magníficos otros voceros, crear Patria significa abandonar las coordenadas electoreras y
abandonar también las coordenadas de la política simulada que se impone como
casquete sobre nosotros en la Ciudad de México –más que en otros lugares pero
no exclusivamente, eso sí hay que decirlo- y empezar a generar trabajo de base,
social y humano en todo el territorio nacional. El camino está en articular una
red de sociedad civil organizada dedicada a
salvar vidas, no a
reunirse en lujosos hoteles de la Ciudad de México ni a discutir 51 pisos
arriba de la realidad los problemas del mexicano de a pie. Lucrar con la
necesidad de la gente no es nada más un fenómeno que se reduce a los partidos
políticos, también este tipo de “aristócratas ciudadanos” lo hacen (léase “Aristocracia
Civil: ¿voceros de la ciudadanía?” en http://antonioattolini.blogspot.mx/2011/02/la-aristocracia-civil-voceros-de-la.html
)
En este país se violan
sistemáticamente 44 de los 58 derechos humanos consagrados en los distintos Tratados
Internacionales. México tiene reputación de ser de los primeros países en firmar y ratificar dichos tratados.
Esa rapidez, sin embargo, es inversamente proporcional a la dedicación y
seriedad que le impone el gobierno mexicano para implementar y verificar que en
la práctica sí exista un pleno goce de esos derechos. Las Convenciones
Internacionales con probada efectividad son consideradas como irrelevantes y
sirven sólo como adorno (léase “Las Convenciones Olvidadas: Palermo y Mérida”
en http://antonioattolini.blogspot.mx/2011/04/las-convenciones-olvidadas-palermo-y.html).
Los vacios de poder que hoy ha dejado el
Estado mexicano, ha sido rellenado en su mayoría por el crimen organizado con
todo el dolor, la barbarie y la tragedia que eso le ha traído al país. Sin
embargo, existen parcelas de cielo en el país como lo es el albergue “Hermanos
en el camino” del padre Solalinde en Ixtepec, Oaxaca dedicados a salvar la vida
de los migrantes, una de las agendas más atroces y poco trabajadas en el país. Esos
vacíos de poder, la sociedad civil también puede llenarlos con esperanza, luz y
trabajo de base en serio. Luis Bustamante y yo, en nuestra calidad de voceros
de la Asamblea Local del ITAM y siendo Luis de Oaxaca, nos dimos a la tarea de
ir y ver de primera mano esta realidad olvidada y marginada.
Al llegar a su albergue, esto nos
contestó vía correo electrónico:
“(…) Deben saber que nosotros ¡también somos 132! estamos unidos a toda
iniciativa que busque transformar realmente a México. Para mí, estos y estas
jóvenes, son UN SIGNO DE LOS TIEMPOS y una gracia para nuestro país. Ellos y
ellas nos han devuelto la esperanza de que en este país SÍ PASE ALGO. ¡Son bienvenidos! Aunque yo no esté, mis compañeros y compañeras
del Equipo les daremos la más cordial bienvenida. Voy a hacer lo posible por
comunicarme con ustedes cuando ya esté en el albergue.
Besos.
P. Solalinde”
Este es el tipo de trabajo que estamos comprometidos con
sacar adelante. Una agenda social que nutra las coordenadas operativas que hemos
definido en nuestra lucha. Una vez trabajada esa agenda social, ahora sí,
emprendamos la lucha política en la que dejaremos sangre, sudor y lágrimas en
nombre de aquellos que en este país han creado Patria y perdido su vida en el
intento. En Oaxaca, en Nuevo León, en Querétaro, en Jalisco y en Hidalgo la
Asamblea Local del ITAM (si, ¡del ITAM!) está trabajando para generar esta
sociedad civil en red que saque adelante a México.
La toma de decisiones con información incompleta nos lleva a
equivocarnos, y esas equivocaciones cuestan vidas. Este país ya no aguanta más
dolor. Este país necesita de su gente y que ella, a su vez, se dedique crear
Patria.
Por una democracia auténtica, #YoSoy132-ITAM
Foto tomada en la
carretera Oaxaca-México.
Antonio Attolini Murra
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