¿Quién es Casandra y por qué grita?

En la mitología griega Casandra fue hija de los reyes de Troya y sacerdotisa del templo de Apolo con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación, la sacerdotisa rechazó el amor del dios. Éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: Casandra seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos.

Tiempo después, Casandra previó la caída de Troya y todo por lo que luchaba, pero le fue imposible prevenirlo: tal era la maldición de Apolo. Pese a su anuncio repetido e insistente de la inminente desgracia porvenir, ningún ciudadano ni sus propios padres dieron crédito a sus vaticinios.

sábado, 19 de febrero de 2011

El día más violento del sexenio

Ayer fue el día más violento en el país, con 79 homicidios, en lo que va del año y del sexenio. En Acapulco ejecutaron a ocho e incendiaron varios vehículos y una vivienda; en Chihuahua ocurrieron 25 muertes, 22 de ellas sólo en Ciudad Juárez; y en un bar en Torreón un comando mata a cinco personas y lesiona a siete. ¡Ah, se me olvidaba! También en Matamoros, detonaron una granada en un centro comercial (todo según reportes de La Jornada del día de hoy). Al parecer, de un tiempo para acá, el hecho de que “comandos armados” ronden por las calles de las ciudades ejecutando personas al aire libre, detonando granadas (si, de esas bolitas que se avientan los militares y explotan matando a un chorro de gente) e incendiando vehículos (entiéndase automóvil, carro, coche, nave, etc) es parte de nuestro diario vivir. ¿Paradójico, no? ¿Cómo podemos vivir con tanta muerte a nuestro alrededor?
El gobierno federal llega al rescate y nos ofrece una respuesta consoladora: “la violencia no es generalizada, sólo está focalizada en ciertas zonas del país”. ¡Vaya! Qué alivio es saber que si en Ciudad. Juárez el año pasado mataron a más de 9,000 personas, en las otras ciudades del país en donde sólo se presentan 100, 200 o 300 homicidios al año, es solamente un incidente aislado y nada tiene que ver con la estrategia nacional en contra de la inseguridad. Las estadísticas sobre homicidios en una ciudad y en otra, interpretadas de manera relativa unas con las otras, puede llevar a conclusiones tan perversas como la anterior. Es decir, si en una ciudad A matan a 9.000 personas y en otra ciudad B a 900, podemos hablar que la violencia en la ciudad B es de sólo el 10% en comparación a la ciudad A, por lo tanto, irrelevante para una generalización estadística. Si el discurso oficial se sigue defendiendo detrás de las abstracciones numéricas y no empieza por comprender que cada una de las personas asesinadas, acribilladas, muertas o “víctimas del fuego cruzado” son todos, cada uno por igual, capital social que es tanto desperdiciado como despreciado, entonces lo que tendremos al final de esta “guerra” es una fractura nacional de dimensiones incalculables.
El gobierno federal emitió un comunicado del cual extraemos el siguiente fragmento:
“Como un compromiso adquirido por esta institución ante la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, la Procuraduría General de la República ha puesto su mayor esfuerzo para coadyuvar con los ministerios públicos del fuero común en las investigaciones, no sólo policiacas (sic), sino con la intervención de peritos y laboratorios equipados con tecnología de punta en la Dirección General de Servicios Periciales para que las procuradurías y fiscalías de los estados puedan lograr el pleno esclarecimiento de estos hechos y así hacer justicia en cada uno de estos casos.”
¡Cuántas mentiras! ¡Cuántas patrañas! Utilizando una retórica aspiracional, la Procuraduría asegura que se está poniendo “el mayor esfuerzo” (el mismo tan encumbrado “echarle ganas” de nuestro imaginario colectivo) para resolver este conflicto. No sólo eso, sino que además de estar poniendo “el mayor esfuerzo” también lo está haciendo “equipada con tecnología de punta” (este es el intento de convencernos de que se están utilizando los mejores medios). De esta manera, lograr “el pleno esclarecimiento de los hechos y así hacer justicia” (y de esta manera, con los medios utilizados, alcanzar los mejores fines). El Gobierno Federal parece que vive en el país del Nunca Jamás, es decir, nunca jamás se le ha ocurrido salir y verificar el efecto material que tiene la lógica detrás de su discurso. Al parecer, no importa que tantas ganas le “esté echando” el Gobierno Federal, cada año que pasa el récord de violencia en el país se sigue superando. Si los fines que buscamos parecen cada día más distantes, debemos parar y reflexionar sobre nuestros pasos y concebir la posibilidad de que estamos utilizando los medios equivocados. ¿No bastan 34,000 muertes hasta el 2010, la inoperancia del sistema judicial, el desmembramiento del tejido social y con ello la vida institucional de las regiones afectadas, para pensar en que un cambió no sólo es posible, sino deseable?

El esfuerzo por buscar superar y trascender el status quo buscando una sociedad más libre, más justa y más próspera no es nada de que reprocharse, al contrario, es laudable y necesario en estos tiempos de profunda desigualdad. Nada más alejado de esto que la realidad que estamos viviendo en nuestro país. Lo digo para invitar a la reflexión a aquellas personas que aseguran que la actual lucha contra el crimen organizado, en los términos en los que se está desarrollando, es mejor que no tener nada y seguir “dejando que el crimen crezca como lo venía haciendo.” Las abstracciones en el discurso nos vuelven insensibles ante una realidad que no se puede expresar en palabras. 79 personas murieron ayer. Más allá de ser sicarios, criminales, civiles, policías o soldados, los 79 cuerpos que yacen sin vida hoy en algún lugar, siempre e ineludiblemente fueron seres humanos. Hoy, 79 personas dejan de existir en la vida de muchas otras.

Te invito a la reflexión. ¿Puedes tu y tu mejor amigo nombrar cada quien a 35 personas con las que convivan cada día? Sus padres, sus hermanos, sus primos, sus abuelos, sus amigos de la infancia y sus compañeros de clase, etc. Habiendo hecho esa lista, siéntense y díganse uno al otro: “Todas las personas de tu lista están muertas”.

Pero tranquilo,“las bajas civiles son las menos…” –Gobierno Federal.
¿Hasta cuándo?



2 comentarios:

  1. No cabe ni la menor duda de que toda la estrategia nacional está muy mal enfocada, se está desmoronando el país, y temo que para el próximo sexenio caigamos en el mismo hoyo del que salimos hace una decada. Lamentablemente el país no tiene opciones, puesto que TODOS los partidos políticos son iguales, no hay de que este es diferente, o aquél tiene buenas propuestas, o este tal vez nos ayude o aquél verdaderamente esté interesado en el bien nacional. Todos son una bola de rateros, apatridas, egoistas e ignorantes politicos, cuya razón no les ayuda para entender más allá de cuánto es que pueden robarse cada mes.

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  2. es una pena que el gobierno siga justificando su estrategia con discursos absurdos, a pesar de la clara evidencia que por varios años ya la demuestra ineficiente; no solo costo financiero, sino de vidas humanas, de capital social como dices amigo.

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