¿Quién es Casandra y por qué grita?

En la mitología griega Casandra fue hija de los reyes de Troya y sacerdotisa del templo de Apolo con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación, la sacerdotisa rechazó el amor del dios. Éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: Casandra seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos.

Tiempo después, Casandra previó la caída de Troya y todo por lo que luchaba, pero le fue imposible prevenirlo: tal era la maldición de Apolo. Pese a su anuncio repetido e insistente de la inminente desgracia porvenir, ningún ciudadano ni sus propios padres dieron crédito a sus vaticinios.

domingo, 20 de mayo de 2012

"Posibilidades Mexicanas", por Sandra Barba

Twitter: @sandra_barba


Prefiero la tierra vestida de civil

Wislawa Szymborska







Prefiero Internet.

Prefiero 140 caracteres

que 140 cráteres de silencio.

Prefiero salir a las marchas

que marchar hacia las salidas.

Prefiero la ridícula juventud

a la seriedad de los jóvenes viejos

que no marchan y son cráteres

y son characters.

Prefiero marchar contra ellos.

Prefiero ser más uno

que menos sesenta mil muertos

sesenta mil cráteres de silencio.                                                                                      

Prefiero el apartidismo que no parte ni aparta.

Prefiero los tuits y las universidades

a las noticias universales.

Prefiero el objetivo de 132

que la objetividad de mil periodistas.

Prefiero un mundo de redes sociales

que mudos enredados en nudos.

Prefiero sumarme a la marcha

que sumarme a otras cifras.

Prefiero ser más uno que uno más.

Prefiero la marcha a la misa de muertos.

Porque siempre prefiero

marchar que marcharme,

prefiero Internet y su intento.

sábado, 12 de mayo de 2012

Señal de Alarma: EPN en la IBERO

Sí existen razones para preocuparnos con lo sucedido en la Universidad Iberoamericana ayer por la mañana con el candidato del PRI a la presidencia Enrique Peña Nieto, pero no las razones que intuitivamente sobresalen en esta situación. (NOTA: Este texto se escribe una vez realizada la protesta en la Universidad Iberoamericana y de ninguna manera es un posicionamiento en contra de aquel acto. Al contrario, es una contribución que pretende retomar argumentos que a mi parecer se han dejado de lado que están subyacentes a la legítima protesta de los estudiantes.)

Como siempre, matices. El hecho de haya habido una protesta generalizada por parte de estudiantes de la Universidad Iberoamericana hacia Enrique Peña Nieto una vez terminada su insatisfactoria conferencia  es reflejo de una pobre vida institucional. Me explico. Los reclamos versaron alrededor del gobernador Arturo Montiel, de la represión en Atenco, sus vínculos Salinas, etc. De estos ejemplos los más reveladores son los primeros dos. Que se proteste en un foro estudiantil sobre la relación que tiene el candidato presidencial con un hombre que de manera abierta y velada malversó cantidades millonarias del erario para su goce personal y que este siga libre, es una señal de alarma… Que se proteste en un foro estudiantil sobre la responsabilidad que el candidato presidencial tuvo en los operativos policiacos que dieron como resultado una represión brutal y sistemática violación a los derechos humanos de los pobladores de Atenco pese a que la Suprema Corte dictaminó que no había responsabilidad alguna, es una señal de alarma… ¿Por qué?

Pese a que las “instituciones” mexicanas entendidas como un sistema de reglas coherentes, consistentes y predecibles que traducen información y generan resultados determinaron que de acuerdo a derecho se agotaron todas las instancias posibles (la resolución de la Corte sobre Atenco http://www2.scjn.gob.mx/ConsultaTematica/PaginasPub/DetallePub.aspx?AsuntoID=105917, y la no-investigación a la riqueza patrimonial del ex gobernador Montiel) existe un sector de la población que no encuentra legítimas estas conclusiones. ¿Qué sector es? El sector de los jóvenes urbanos politizados y altamente educados (entiéndase en años de escolaridad), como los de ayer en la Universidad Iberoamericana. Este sector, aunque muy reducido en número, tiene la capacidad y la obligación social de buscar renovar los procedimientos por medio de los cuales arreglamos nuestros conflictos. Perderse ante la inmediatez de lo obvio es una traición histórica y un autogolpe a nuestra incipiente vida democrática.
Las críticas en contra de Peña Nieto van a polarizar a México no porque se divida al país entre los que están a favor de él y los que están en contra, o porque se le descalifique derivando conclusiones fatalistas, sesgadas y muy poco críticas sobre sus posibles acciones como Presidente (léase AMLO:2006 para mayor información). La polarización vendrá a raíz de que las instituciones de este país no tienen legitimidad de gestión  y nada aprendimos como sociedad (ciudadanos y políticos por igual) de los eventos suscitados en 2006.

La democracia es un sistema en donde valores distintos se encuentran unos con otros, por lo tanto es el disenso y no el consenso, lo que hace sano a un régimen democrático. Las instituciones no han podido -o no han sabido, o ambas- nutrirse del disenso natural de un orden social democrático y han fallado en generar resultados socialmente aceptados. Por más legales -o legalinos- que sean estos resultados, sin legitimidad estamos fritos. La protesta no encuentra cauces institucionales y las instituciones ofrecen cauces que no repercuten en una “cultura cívica”.
La presión no debe de ir hacia el candidato solamente (el es un símbolo), sino hacia el sistema de partidos opaco y opulento que el IFE mantiene en este país (una de los múltiples hechos que nutren al símbolo). La crítica no debe de ir hacia el candidato, sino hacia los formalismos utilizados por la Suprema Corte en el caso Atenco. La propuesta no está en boicotear su salida del foro, sino en rastrear cuáles han sido los bloqueos que han hecho que esta sea la única manera de expresarse y trabajar en corregirlos. No porque sea difícil deja de ser menos importante. Hoy más que nunca está oscurecido nuestro horizonte como país.
Reitero, la protesta no está mal en sí misma. Es gracias a que existe esta protesta que podemos analizar las escalas de valores de una parte de la sociedad (los jóvenes, urbanos, politizados y altamente educados para ser exactos)  El hecho de que  la protesta se dé aun cuando las “instituciones” de este país dan por terminados esos asuntos con irrestricto apego a la ley (#dicen) es revelador. El hecho de que los “mecanismos institucionales” de este país no logren resolver los disensos naturales de un orden social democrático con legalidad y, sobre todo, legitimidad es revelador. Pretendo hacer un análisis sobre los elementos trascendentales más allá de coyunturales en un ánimo de contribuir críticamente al debate público sobre el fenómeno de lo social.***

Pero peor aún, esto no es evidente... pese a la memoria histórica del 2006. ¿EPN un peligro para México?


***Agradezco a Diego Pedraza la nutrida conversación que tuvimos al respecto. Es abogado. Lo hace bien.