¿Quién es Casandra y por qué grita?

En la mitología griega Casandra fue hija de los reyes de Troya y sacerdotisa del templo de Apolo con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación, la sacerdotisa rechazó el amor del dios. Éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: Casandra seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos.

Tiempo después, Casandra previó la caída de Troya y todo por lo que luchaba, pero le fue imposible prevenirlo: tal era la maldición de Apolo. Pese a su anuncio repetido e insistente de la inminente desgracia porvenir, ningún ciudadano ni sus propios padres dieron crédito a sus vaticinios.

lunes, 24 de octubre de 2011

De Palermo para el mundo: Una década de exitoso combate a la delincuencia organizada

Artículo publicado en el tercer número de la revista "El Globalista", en su capítulo latinoamericano. www.global21online.org


La autoridad de los estados y la seguridad internacional hoy se ve vulnerada por el llamado “crimen organizado trasnacional”, motivando un esfuerzo de cooperación internacional sin precedentes: la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional. Sin embargo, el crimen organizado internacional se fortalece por lo que la implementación de este marco resulta imperante para aquellos Estados que no lo han hecho.

El mundo está cambiando. El paradigma que toma al Estado como actor preponderante, unitario y racional en las relaciones internacionales -paradigma utilizado en la doctrina formal desde principios del siglo XIX- hoy deja de ser útil para la comprensión del fenómeno de lo social a gran escala. 

Debido a que no es posible reintegrar a las partes de la sociedad moderna en un solo todo conciliador, el Estado hoy ve su autoridad comprometida por actores hasta hace poco irrelevantes para la academia internacional. Estos actores, además de operar de manera supra legal en gran parte del territorio mundial –gracias a su inmenso poder económico y a su alarmante influencia política–  colaboran en la creación de una nueva greografía “planetaria, fragmentada y no estatal”. Estos actores operan de manera supra legal en gran parte del territorio mundial gracias a su inmenso poder económico y a su alarmante influencia política.
Nunca antes en la historia mundial una amenaza de este tipo había sido lo suficientemente seria como para efectivamente poder desarticular por completo al Estado y rezagar a la sociedad al más puro estado hobbesiano. Esta amenaza aparece bajo el nombre de “crimen organizado trasnacional”.

La amenaza del crimen organizado trasnacional nunca antes había sido tan grande, pero tampoco nunca antes había sido tan grande el esfuerzo y la cooperación internacional por buscar abatir este fenómeno. Prueba de ello está en la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional, y que para Edgardo Buscaglia constituye “el marco más acabado para la implementación de mecanismos internacionales, legales y operativos que combaten y previenen la expansión de grupos criminales trasnacionales a través de los Estados y sociedades civiles”. También conocida como la Convención de Palermo fue firmada en diciembre del 2000 en la ciudad siciliana de Palermo y entró en vigor en abril del 2003.

Pero, ¿qué es el crimen organizado trasnacional? El Artículo 2do de la Convención de Palermo establece que:  

“Por «grupo delictivo organizado» se entenderá un grupo estructurado de tres o más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la presente Convención con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material”.

Durante 88 años y 11 convenciones internacionales, el bloqueo a la asistencia mutua y la ineficacia en el combate a la delincuencia organizada (o a alguna actividad perniciosa dentro de su esfera de acción como lo es el tráfico de estupefacientes) fueron un lastre que la comunidad internacional tuvo que cargar. Sin un consenso internacional que homologara las herramientas y las tácticas operativas necesarias para efectivamente desarticular al crimen en su más dañina expresión -la trasnacional-, la construcción y configuración de acuerdos internacionales quedaban sin simetría, credibilidad o legitimidad.  

Pero como lo expresó Pino Arlacchi en 2000 -el entonces Director de la Oficina de Naciones Unidas para la Fiscalización de Drogas y Prevención del Delito- el Tratado tiene dos objetivos principales: el primero, eliminar diferencias entre los sistemas jurídicos nacionales  que en el pasado han bloqueado la asistencia mutua, y el segundo, establecer normas para las leyes internas de manera que puedan combatir con eficacia la delincuencia organizada.

Un dato revelador sobre este aspecto es que antes de la Convención de Palermo sólo el 37% de los miembros de Naciones Unidas habían incorporado alguna definición legal de crimen organizado en sus sistemas de justicia. Para 2007, el 78% de los mismos ya habían incorporado una definición inspirada en la propia Convención de Palermo. Con esta única definición formal se tiene la mitad del camino recorrido en la búsqueda de combatir al crimen organizado trasnacional. La teoría sin praxis es coja pero  la praxis sin teoría es ciega. 

La Convención de Palermo no solamente ofrece una definición formal del problema, sino que desarrolla cuatro ejes operativos específicos para desarticular al crimen organizado trasnacional por medio de concretas directrices de política pública. Estos son: i) la introducción de sistemas de control judicial mucho más eficientes en la toma de decisiones para así disminuir la frecuencia de abusos y discrecionalidad en los procesos, ii) el desarrollo de sistemas de inteligencia financiera enfocados a la sistemática confiscación de bienes del crimen organizado o de empresas “fantasma”, iii) el ataque a la corrupción política de alto nivel y iv) la presencia operativa del gobierno y/o organizaciones no-gubernamentales en el desarrollo de programas de prevención social. De acuerdo a Buscaglia, está demostrado que el país que cumple con estas determinaciones operativas reduce de manera significativa la presencia de los grupos de crimen organizado. Al día de hoy son 157 países los que han firmado, ratificado, aceptado, aprobado y adherido esta normativa a su legislación nacional.

Y más relevante aún, la Convención de Palermo también representa un importantísimo cambio de paradigma, por lo que el crimen organizado trasnacional deja de ser pensado como un fenómeno social secundario y se posiciona como la amenaza internacional más importante del siglo XXI. En el artículo 26 de la mencionada Convención se establece que cada Estado parte deberá determinar la identidad, la naturaleza, la composición, la estructura, la ubicación o las actividades de los grupos delictivos organizados. Gracias a que ahora se parte de una normatividad compartida por la comunidad internacional, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito  ha determinado que el crimen organizado trasnacional –por medio de investigaciones en más de 100 países- se dedica a 23 tipos de delitos. Entre ellos se encuentran el terrorismo, el tráfico de estupefacientes y la trata de personas, entre otros. Es decir, que la Convención de Palermo constituye una herramienta técnico-operativa con objetivos claros para la delimitación concreta del problema en aras de contrarrestar el crimen organizado internacional. 

Es importante señalar que la Convención de Palermo busca corregir y mejorar los sistemas de justicia, inteligencia financiera y rendición de cuentas al interior de un Estado para fortalecerlo en contra de la presencia del crimen organizado. En ningún momento se habla de estrategias de combate frontal o de lucha encarnizada. El crimen organizado resulta un fenómeno endógeno que se aprovecha de la debilidad de un Estado para poder establecer en él una red de comercio e influencia que termina por disolver el imperio de la ley. 

De acuerdo con los estándares establecidos por la Convención de Palermo, los cinco países con mayor debilidad institucional, –y por lo tanto territorios excepcionales para el asentamiento de grupos criminales organizados– son: Afganistán, Guinea Ecuatorial, Pakistán, Nigeria y, por último, (mi) México (lindo y querido).

Los logros alcanzados en esta última década son grandísimos, pero los retos que quedan por resolver lo son aún más y los países que forman parte de la comunidad internacional deberán ejecutar éstas directrices con el más alto grado de compromiso para así poder fortalecer el Estado de Derecho en contra de la mayor amenaza del siglo XXI: el crimen organizado trasnacional.

lunes, 17 de octubre de 2011

¿Cuáles son los factores fundacionales que explican la precariedad institucional de la izquierda?


con la invaluable colaboración del texto escrito por Pablo Hernández (@Pablo_Hdez), Subsecretario Nacional de Jóvenes del PRD y gran amigo.

Las primeras expresiones de la izquierda mexicana se remontan a la conformación del Partido Comunista Mexicano (1919) en el marco del triunfo de la Revolución Rusa y de la Revolución Mexicana. Su acción se concentraba en la lucha sindical hasta que fue declarado ilegal en 1940. Apoyó al Movimiento Estudiantil de 1968 y participó en las elecciones presidenciales de 1976 postulando a Valentín Campa como su candidato, obteniendo más de un millón votos a pesar de no contar con registro legal. En 1979 el PCM entra al Congreso de la Unión con 18 diputados y en 1980 obtiene el gobierno del primer municipio: Alcozauca, en el estado de Guerrero.

Para 1981 la izquierda mexicana emprende un proceso de unidad mediante la fusión del Partido Comunista Mexicano, el Partido Socialista Revolucionario, el Movimiento de Acción Popular, y el Partido del Pueblo Mexicano para dar origen al Partido Socialista Unificado de México (PSUM) mismo que en alianza con organizaciones sociales como la  Coalición Obrera, Campesina y Estudiantil del Istmo (COCEI) triunfa en Juchitán, Oaxaca. En 1984 triunfa en Tenango del Aire, Estado de México y en 1985 obtiene la mayoría de votos en el municipio de Papalotla, Tlaxcala.

A pesar de los incipientes triunfos de la izquierda en algunos municipios del país, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) mantenía un control político prácticamente absoluto de la vida en México, tanto la oposición de izquierda como de derecha sólo alcanzaban a arañar la hegemonía del PRI-Gobierno.
En 1987 y gracias al esfuerzo de unidad de la izquierda mexicana el PSUM se fusiona con el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) logrando la aspiración histórica de la izquierda de contar con una sola organización política el Partido Mexicano Socialista (PMS).

A finales de 1987, debido a la adopción de políticas neoliberales y a la negativa del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de democratizar el proceso interno para elegir el candidato a la Presidencia de la República, un sector importante del partido del estado encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo conocido como la “Corriente Democrática” provocó la ruptura más importante del partido hegemónico desde su fundación en 1929.

El año de 1988 es clave para entender el inicio de la transición a la democracia en México. El PRI postula a Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia de México. Por su parte, después de la ruptura con el PRI, Cuauhtémoc Cárdenas obtiene la candidatura por el minoritario Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM). La izquierda  presenta la candidatura de Heberto Castillo por el Partido Mexicano Socialista (PMS) y la derecha a Manuel Clouthier por el Partido Acción Nacional (PAN).

Ante el éxito de la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas y la posibilidad real de que por primera vez en 60 años el PRI perdiera la Presidencia, el candidato de la izquierda, Heberto Castillo declinó a favor de Cárdenas un mes antes de la elección presidencial. La gran coalición que postula a Cárdenas adopta el nombre de Frente Democrático Nacional (FDN).

Al cierre de las casillas y entre denuncias de la oposición por el robo de urnas, inició el cómputo preliminar de la Comisión Federal Electoral. Los datos del Frente Democrático Nacional (FDN) señalaban que Cárdenas habría obtenido el 42% de los votos, Carlos Salinas (PRI) 36%, Manuel Clouthier (PAN) 18%.

Ante el riesgo de desatar un conflicto civil no visto en México, Cuauhtémoc Cárdenas evitó convocar a la población a protestas masivas contra el fraude electoral y en lugar de ello convocó a los ciudadanos que respaldaron su candidatura presidencial a conformar un partido político que continuara la lucha por la alternancia democrática y la soberanía nacional.

La mayoría de los partidos que integraron el FDN no se sumaron al llamado de Cárdenas, El 5 de mayo de 1989 la insurgencia cívica conforma el Partido de la Revolución Democrática (PRD) con Cuauhtémoc Cárdenas como Presidente Nacional.

A lo largo de estos más de 20 años, el Partido de la Revolución Democrática no ha reconciliado exitosamente su papel como líder de movimientos sociales (tal y como se constata con la cantidad de agrupaciones y organizaciones civiles que se adhirieron a la campaña Cuauhtémoc Cárdenas en 1988) y su papel como partido político de izquierda (la presente debacle electoral a raíz de la perdida elección presidencial de 2006). Es difícil imaginar que un partido político cuyas mismas bases fundacionales no representaban un homogéneo mosaico de individuos pueda llegar a tener la misma cohesión que los otros dos partidos principales en México, cuya tradición y génesis fueron mucho más ordenadas y homogéneas. Esto no puede ser utilizado como un argumento en contra del PRD, sino como uno que abre luz a los problemas de institucionalización que enfrenta hoy en día. 

En primer lugar, la izquierda tiene la característica de considerarse desde su misma concepción normativa como un conjunto de ideologías, más que ser una sola. De aquí la idea de que pueden existir muchas diferentes clases de “izquierdas”, cosa que rompe con la tradicional relación de verticalidad que los otros partidos políticos tienen entre la cúpula ideológica y sus militantes. Las organizaciones sociales que conformaron al PRD en sus inicios y las que la conforman hoy en día son prueba del enorme espectro político que puede haber dentro de la misma izquierda. Ahora bien, ¿dónde está el problema?

Las organizaciones civiles de hace 20 años e incluso las que hoy en día se forman surgen dentro de una tradición muy pobre de sociedad civil organizada. En México no era concebible pensar en una sociedad civil organizada que fungiera como contrapeso a las decisiones del Estado porque la dinámica “democrática” no lo permitía así. Lo que se acostumbraba hacer era conformar una simulación de oposición que fuera lo suficientemente ruidosa o vistosa para que entonces el Estado soltara prebendas y favores políticos a dichas organizaciones con el fin de cooptarlas y amasar el apoyo de dicha organización haciendo que el Estado pareciera democrático y que las organizaciones recibieran el coto de autoridad que sólo el Estado podía dar. Es decir, la sociedad civil de civil no tenía nada puesto que buscaba ser incorporado al Estado ya que esta era la única manera de poder ser parte del “sistema”. 

El PRD no concibe dentro de su horizonte político una salida a este problema, el cual viene cargando desde su fundación. El movimiento de López Obrador ejemplifica esta falta de reconciliación entre sus bases sociales y sus objetivos políticos. Si bien no ganó la presidencia, el PRD logró obtener la mayor cantidad de representantes en tanto el Congreso como en el Senado. Pareció importar poco debido a que todo el aparato del partido se volcó alrededor del movimiento de AMLO provocando crispación y disidencia al interior del partido por aquellos que no estaba de acuerdo en continuar por esa vía. Como resultado aparecieron liderazgos paralelos que no cuestionaban la plataforma política del partido ni buscaban democratizar o transformar la vida interna del partido, sino sólo refrendar los liderazgos que cada uno de estos personajes tenía en lo particular. Jesús Ortega, Dolores Padierna, René Bejarano, Amalia García, ninguno de ellos estaba fuera de la dogmática partidista del PRD pero sí estaban convencidos de que ellos también deberían formar sus bases sociales. ¿Buscando qué? ¿Cómo por qué? Este tipo de comportamientos sólo se explican si se toma en cuenta la génesis del PRD y la incapacidad de institucionalizarse como un partido político que también está pendiente de las causas sociales. La cúpula partidista del PRD proyectan una imagen de nerviosismo exacerbado al ver que no aparecen en los reflectores, ni en las entrevistas, ni en los diarios de opinión lo cual los lleva a pensar, supongo, que están siendo marginados y olvidados dentro de la dinámica nacional. El PRD como partido es cosa secundaria cuando se trata de apelar al gran público y hacerles saber lo en contra o a favor que están sobre cuestiones que sólo competen al PRD.

Lo curioso del comportamiento de las corrientes del PRD es que si al final de cuentas lo único que están buscando es cotos de influencia al interior del partido y no establecer un proyecto o una plataforma política diferente y específica, por qué volver explícitas estas diferencias entre sí. La ropa sucia se lava en casa, dice el dicho.

martes, 4 de octubre de 2011

Sobre “Receptor Abierto” y “Rápido Furioso”: negligencia e irresponsabilidad

Reporta La Jornada que: “Estados Unidos condujo antes del operativo “Rápido y Furioso” otro similar llamado “Receptor Abierto” (Wide Receiver) entre 2006 y 2007 que permitió también la entrada ilegal de armas a México de acuerdo con nuevos documentos oficiales.” (http://goo.gl/SkqZQ )

 “Receptor Abierto” y “Rápido y Furioso” son los nombres de dos operaciones llevadas a cabo de manera torpe e irresponsable por parte de los Estados Unidos las cuales terminaron por proveer de armas a grupos criminales mexicanos. Dichas armas fueron encontradas en posesión de grupos criminales mexicanos y pudieron ser rastreadas y verificadas hasta encontrar que, en efecto, provienen de los Estados Unidos. Sobre eso no hay duda. Pero, ¿qué es lo que se dice sobre lo que está “más allá de lo evidente”?

Sobre este caso se dice que la perversión estadounidense es del más alto nivel, que son artilugios elaborados por parte del Departamento de Estado (o de cualquier otra oficina del mainstream de crítica al gobierno “gringo”) para desestabilizar al gobierno mexicano, etcétera. Que no digo que las críticas sean infundadas. Ahí tenemos al gobernador de Texas hablando de la incursión militar en México como una opción viable, o los reportes del New York Times de la presencia de aviones teledirigidos sobrevolando territorio mexicano. Es decir, el tema de la inseguridad en México llega hasta las fibras más sensibles de la relación bilateral con Estados Unidos, y no porque seamos importantes o “muy amigos”, sino porque dentro de los intereses de la superpotencia mundial la paz en su frontera sur es vital. Lo que sí quiero decir sobre este tema en específico –las operaciones fallidas previamente mencionadas- es que las teorías de conspiración aquí salen sobrando. 

Explico por qué.

Dentro de la siempre bien ponderada pero infamemente ignorada Convención de las Naciones Unidas para la Delincuencia Organizada Trasnacional y dentro de otros protocolos internacionales de seguridad existe una figura estratégica llamada “entregas vigiladas”. Esta estrategia es una técnica antigua y aceptada para recabar información relevante sobre el crimen organizado.  A continuación enuncio el texto original de dos apartados específicos de la Convención de Palermo:

·         Apartado i) del Artículo segundo de la Convención de Palermo
Por “entrega vigilada - se entenderá la técnica consistente en dejar que remesas ilícitas o sospechosas salgan del territorio de uno o más Estados, lo atraviesen o entren en él, con el conocimiento y bajo la supervisión de sus autoridades competentes, con el fin de investigar delitos e identificar a las personas involucradas en la comisión de éstos. 

·         Punto IV del Artículo vigésimo de la Convención de Palermo
Toda decisión de recurrir a la entrega vigilada en el plano internacional podrá, con el consentimiento de los Estados Parte interesados, incluir la aplicación de métodos tales como interceptar los bienes, autorizarlos a proseguir intactos o retirarlos o sustituirlos total o parcialmente.

Es de esta manera como enmarcamos a “Receptor Abierto” y a “Rápido y Furioso” como dos operaciones típicas de “entregas vigiladas”. No son otra cosa más que eso. Son además perfectamente legales, reconocidas y practicadas por más de 100 países en el mundo –digo este número con absoluta certeza por referirse a los países que han firmado y ratificado la Convención- como técnicas de investigación especializada. Esto nos ayuda a revelar ciertos aspectos del debate sobre la responsabilidad (nótese la ausencia de la palabra “culpabilidad”, tan utilizada por nuestros neófitos intelectuales de cubículo) de Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado (ver entrada del 3 de abril de 2001, “Estados Unidos y la cooperación con México: crimen organizado trasnacional” http://goo.gl/3nUxu ).

NOTA AGREGADA el 12/12/2011: El problema es la torpeza con la que se realizaron las operaciones. Tal lo enunció así Edgardo Buscaglia. (http://www.siempre.com.mx/2011/12/mexico-debe-impedir-que-se-empodere-una-mafiocracia/)

"Previo al caso Rápido y Furioso, en el año 2006 hubo otra operación, muy parecida, llamada Wide Receiver (“Receptor Abierto”). Se utilizaron armas para conocer los canales de distribución logísticos de algunos grupos criminales. Haciendo un seguimiento de entregas controladas, se llega a los receptores y con eso se identifica a los grupos criminales, incluso en operaciones de lavado de dinero. Esa técnica de investigación, que está diseñada para ser realizada con la anuencia de los países involucrados, la utilizan no sólo la DEA, sino otras agencias de muchas otras naciones. De acuerdo con el gobierno mexicano, éste fue el problema de Rápido y Furioso, que aquí no se sabía. Es decir, el problema de utilizar esa técnica es que se ha usado de manera negligente. De repente aparece una de esas armas de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos, la ATF, en la escena de un crimen, en la que el asesinado es un guardia de Border Control, un policía de Control Fronterizo."

En primer lugar, es una caricaturización burda pensar que los vínculos internacionales que el crimen organizado tiene son únicamente con Estados Unidos y en materia de droga. Eso es una reducción al absurdo del carácter trasnacional del crimen organizado. El componente activo de la pseudoefedrina, por mencionar un ejemplo, es exportado a la India en cantidades industriales. India, para los que no saben, está muy lejos de los Estados Unidos.

En segundo lugar, nos guste o no Estados Unidos es la superpotencia mundial y qué creen… es nuestro (único) vecino del norte y nuestro comercio exterior depende en un 80% (10% menos que en años anteriores por lo que el catarrito de hace dos años ahora será un mero estornudo, según digo yo con respecto a los informes de la Secretaría de Economía que… bueno, eso es otro debate). Así que no necesitamos quererlo, sólo entenderlo y “llevar la fiesta en paz”.

Y en último lugar, las operaciones fueron un completo y absoluto fracaso. Revelan la incompetencia de las instancias gubernamentales estadounidenses de llevar una simple (en términos relativos tomando en cuenta que…este… es LA superpotencia de la que estamos hablando) tarea de investigación sobre un cargamento de lo que sea. Torpeza, irresponsabilidad y negligencia son características fehaciente de ambas operaciones, pero de ninguna manera son lo que los conspiracionistas llaman “fallidos intentos de intervención yanqui”. 

Vuelvo a utilizar este espacio para hacer un llamado a que la crítica racional e informada se anteponga a nuestros intereses particulares y a nuestras visiones ideológicas, que si bien ambas son parte importante de nuestra definición como individuos, nada tienen que aportar al desarrollo colectivo de una comunidad o grupo. Eso es corromper el llamado que nos hace la historia hoy de ser críticos y exigentes. Dejo esta entrada a la reflexión y como siempre al debate plural y propositivo.