¿Quién es Casandra y por qué grita?

En la mitología griega Casandra fue hija de los reyes de Troya y sacerdotisa del templo de Apolo con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación, la sacerdotisa rechazó el amor del dios. Éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: Casandra seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos.

Tiempo después, Casandra previó la caída de Troya y todo por lo que luchaba, pero le fue imposible prevenirlo: tal era la maldición de Apolo. Pese a su anuncio repetido e insistente de la inminente desgracia porvenir, ningún ciudadano ni sus propios padres dieron crédito a sus vaticinios.

miércoles, 4 de enero de 2012

El caso de Ayotzinapa: ni un estudiante más muerto


Cuando se piensa en los disturbios sucedidos en Chilpancingo, Guerrero el pasado 12 de diciembre entre policías estatales y federales con normalistas de la escuela rural de Ayotzinapa nos remitimos a pensar en las causas y en los efectos. ¿Será? Me parece que las causas son escasamente exploradas y por lo general descartadas sin mayor reparo ni mayor indagatoria. Quién sabe por qué se estaban congregando los estudiantes, menos aún se sabe por qué habían fuerzas policiacas federales en la zona de Chilpancingo, qué llevó a que las dos partes se encontraran en la situación en que lo hicieron. Ah, no… “Bola de revoltosos que incendiaron una gasolinera”. Nos concentramos en el efecto y cuando digo “concentrarnos” hago un supuesto heroico al pensar que esta información es procesada serena y conscientemente.

Ah… se me olvidaba…y también asesinaron a dos estudiantes.

¿Cómo carajos es posible que relativicemos la gravedad del asunto al comparar daños materiales con la pérdida irreparable de la vida humana? ¿Sólo porque hubo daños materiales, sin entender la causa –la lluvia también provoca daños materiales y no veo la misma malicia en juzgar los efectos que esta produce, por poner un ejemplo burdo- podemos aminorar o incluso descartar el hecho de que en este país la policía se enfrenta a la población con armas largas? Por mucho menos, de verdad, han caído gobiernos o al menos, un verdadero desasosiego por parte de la sociedad ha provocado cambios radicales en la manera de hacer política y por lo menos ya habrían sido señaladas las líneas de investigación así como sus resultados, los que fueran. No, pues en México, el tema de la vida humana –y el tema de la vida humana de los estudiantes, que es mi preocupación central aquí- es politizada y rebajada a un tema “del fuero común” debidamente encargada a las instituciones responsables para traer ante la justicia a todos los implicados. Siempre están muy preocupados, sí, sí...  Entre este surrealismo –el cual he señalado en otras ocasiones en este mismo blog- , el vocero del Estado de Guerrero acusa a los estudiantes de haber optado por “posturas intransigentes” y debido a ello el diálogo no ha sido reanudado.  La manera de hacer política de estos señores  -me refiero a los miembros del Gobierno Estatal de Guerrero- es de una patente falta de empatía. Asesinaron con armas largas a dos estudiantes, ¿cómo pretenden que los estudiantes sigan los caminos “institucionales” si son estas instituciones las que asesinaron a dos de sus compañeros? Esta es sólo una descripción objetiva sobre lo que nadie puede cuestionar que sucedió en Ayotzinapa, adelantándome a mis críticos que me tildan de exagerado o sensacionalista. 

¿Por qué? ¿Cómo es que no existe vergüenza ni decoro por parte de los detentadores del cargo público (omitiré llamarlos “autoridades” puesto que eso implica un grado de legitimidad que hoy, para mí, no tienen)? ¿Por qué no existe indignación y solidaridad colectiva hacia el caso? Ante la pregunta que se le hizo a un auditorio qué relación tienen ustedes con las personas de Guerrero, entre el silencio pasmoso de las personas ahí reunidas una que otra voz se levantó para decir que nada. ¿Nada? ¡Si ahí están siendo asesinados a monsalva compañeros estudiantes como nosotros! ¡Ciudadanos mexicanos! Al parecer asesinar con un permiso y portando uniforme no es algo que salga de nuestro marco práctico referencial. 

Con esto pretendo abrir luz sobre lo que este sexenio oscuro ha apagado: nuestro filtro crítico. Todos nosotros participamos dentro de un proyecto común al que llamamos sociedad. Es en él en el que podemos y debemos contribuir de manera horizontal, congruente y anónima a que los valores compartidos se enfoquen cada vez más hacia la construcción de un proyecto más justo, libre y próspero para todos. ¡Qué espanto que se politice la vida humana! Murieron dos estudiantes y en este sexenio, a nadie parece importarle…
Desde aquí digo, desde hace ya casi dos años que…

¡NI UN ESTUDIANTE MÁS MUERTO!
¡NI 1 MÁS!

Soy un estudiante a favor de reorientar la política de seguridad (de confrontación, politización, violación a los derechos humanos y rampante impunidad, de esa hablo) del gobierno panista de Felipe Calderón.